domingo, 24 de febrero de 2013

El tlaconete



Existen muchas dudad y mitos alrededor de esta especie sobre todo por que hay una gran cantidad de tlaconetes alrededor del mundo en realidad este animal es una salamandra, cuyas extremidades están fusionadas al esqueleto, en espera de que la evolución las elimine por completo. La confusión es natural y típica, ya que, por un lado. Su cuerpo viscoso es muy parecido a las babosas y, por el otro, la mayoría de las personas que hablan del tlaconete generalmente piensan en la salamandra de dorso murado o la salamandra de Yécora. Existe muy poca información al respecto, además de que es nula la difusión de tan bondadosa especie, la que esta llevando al tlaconete mexicano a su extinción.
El tlaconete es un animal arcaico, heredado de un mundo remoto cuando aun no existían los mamíferos en la tierra: sus estructuras son sumamente simples; estos pletodontilos son cuerpos sin pulmones y el intercambio gaseoso se da en sus pieles y los tejidos alineados alrededor de sus bocas. Los tlaconetes gustan de vivir en climas fríos, preferentemente en bosques mesofilos de pino y encino, actualmente se les puede encontrar en la sierra madre oriental, sobretodo en el eje volcánico transversal y en algunos estados de la sierra madre del sur como Oaxaca y guerrero
Al llegar a su fase adulta el tlaconete abandona el agua para dedicarse a costumbres terrestres mas amistosas. De hecho su nombre se emparenta con la planta tlacopetatl  o tlacopetate, una planta coriariácea sumamente venenosa. El tlaconete en si mismo no es toxico, sin embargo, se restriega con esta planta para fortalecer sus feromonas naturales y a la hora del apareamiento, cosa curiosa, ya que esto le da una gran protección contra la gran de depredadores naturales que tiene en el momento en que mas desprotegido se encuentra. No obstante, esto también lo convierte en un platillo exótico sumamente apreciado, como jericalla. Este resulta ser un excelente postre que, dependiendo de las cantidades, puede llegara provocar de leves taquicardias, hipertermia, un delicioso vértigo alucinógeno, espasmos genitales, hasta convulsiones en todo el cuerpo.
Por otra parte, y aunque muchos aun lo duden, este plentodontilo en sus primeros años de vida gusta de insertarse en los orificios vaginales, sobretodo en las mujeres vírgenes, debido no solo al irresistible sabor del himen, sino también al gran contenido nutricional de la sangre menstrual que comen con avidez (cosa curiosa ya que la piel del tlaconete junto con plantas como la ortiga, el equiseto o la bolsa de pastor, se han utilizado desde tiempos precortesianos como hemostáticos naturales). Tan solo hace un par de años, se registraron  24 casos de penetración en la matriz de jovencitas que nadaron en aguas infestadas por este negro parasito, Y aunque por su forma, consistencia y propiedades afrodisiacas naturales el tlaconete puede llagar a ser una excelente pareja o juguete sexual, alimentado unos meses por el flujo vaginal puede llegar incluso, a, quintuplicar su tamaño, en tales circunstancias las adolecentes pueden llegara crees que están embarazadas, corriendo el grave peligro de ya no poder extirparles la salamandra y evitar así que terminen por dislocarles las caderas, engullirles la matriz e incluso los intestinos. Las pobres mujeres van muriendo lentamente, creyendo que los dolores que les perforan las entrañas son de parto, mientras cargan amorosamente con la alimaña que, periódicamente, les entrega ardores genitales  y fiebres alucinatorias. Finalmente las arratonadas madres, casi antes de expirar  terminan escupiendo por su vagina un purulento liquido viscoso de color verde pardusco que un contiene algunas de sus propiedades psicoactivas. Desgraciadamente este manjar es casi imposible de conseguir por su elevado precio en el mercado negro.
A pesar de todo, es  muy fácil evitar que el tlaconete termine por anidar en la juveniles vaginas de las doncellas; sin embargo, es muy probable que no se extraiga a tiempo debido a el delicioso chapoteo que realiza en los sexos y  a la substancia que segrega, las cuales, al juntarse con la mucosa vaginal, termina por llevar a las jovencitas a un  increíble gozo extático. Quizá esa sea la razón por la cual su nombre científico se relacione con el monstruo acuático de la mitología mexica, Ahuizotl o espina de agua en castellano, que atraía a hombre y mujeres por medio de su llanto como de bebe en las orillas de ríos y lagunas para ahogarlos a favor de Tlaloc. Me pregunto seriamente si acaso que este llanto no sea otra cosa que los gemidos incontrolables de las chiquillas que se masturbaban con el singular animalito.